Continuando con el tributo a Oscar Serrano que tan buena repercusión tuvo en la comunidad, el voluntariado Cultural ¡A toda Costa! desea compartir con ustedes esta nota con una particular visión sobre la casa del Talar basada en investigaciones de Fumiére, y con referencia a la producción fotográfica de Alides Cruz. Posiblemente será algo totalmente desconocido para las nuevas generaciones. Les aseguramos que vale la pena conocerlos.
Con el objetivo de acercar a la juventud a nuestro proyecto, les dedicamos en especial a ellos la presente publicación.
¡Ojalá les despierte el deseo de conocer más a estas relevantes figuras de la cultura campanense y de conocernos a nosotros!
Este texto fue publicado por La Auténtica Defensa el 18 de Julio del año 2012 y lo transcribimos textualmente.
LAS RESIDENCIAS DE LOS COSTA: EL TALAR DE COSTA (3ra. Nota)
Los Costa levantaron en las antípodas de los anteriores propietarios una casa de dos pisos que se conoció como el Talar de Costa. Es el inmueble que según Ramón Pereyra estaba a la izquierda. Se edificó con los ladrillos almacenados en la estancia vieja (por haber allí hornos de ladrillos, ya lo vimos) y con otros materiales propios del desguace. El nuevo edificio también recibió los aportes de una construcción menor que había levantado Ladislao Martínez Castro. Se construyó, frente al río, sobre la barranca poblada de talas, de allí el nombre.
Claro que no es la mansión que aún se conserva. El verdadero talar es otro edificio, que después, por mucho tiempo, constituyó la parte accesoria de la mansión. Fumiére lo explica en su libro Los orígenes de Campana, si bien el párrafo no es claro para alguien poco informado y que para más lea de corrido: "los Costa levantaron la población (en este caso población es sinónimo de casa) de dos pisos que aún existe y que constituye actualmente la parte posterior de la mansión señorial".
El edificio de "la parte posterior", que aún existe, asegura Fumiére. Claro, que aún existía en 1938, en el tiempo que a Fumiére le editaron por primera vez Los orígenes de Campana, ¡pero no en 1975 cuando reeditaron su obra!
Pereyra, en una recopilación de notas de los años 50, tiene una concepción distinta de la casa de los Costa. La imagina única y dice "el edificio, objeto de sucesivas transformaciones, siempre fue residencia de los Costa". El comentarista y funcionario municipal, da como inicio de esta residencia mutante el año 1860, fecha en que los hermanos Costa "proceden a la edificación de la mansión" y de "los edificios cercanos, bajada de la callé Colón por medio, que pocos años ha, fueran ocupados por el Hotel Loreley." De modo que para Pereyra, al menos en esa nota, el casco del viejo talar y la mansión son la misma cosa, y, aunque reconoce las construcciones anexas a la derecha, les da la misma fecha del viejo talar. (Pereyra, R., La cueva del Talar de Costa, en La Auténtica Defensa, marzo 1979).
Pero ¿qué pasó con el primitivo Talar de los Costa que se construyera (tal vez entre 1856-8) con los ladrillos almacenados en la estancia vieja?...
Fue demolido hasta los cimientos por los Bracht, herederos de ´la Niña´ Costa, quienes despejaron el terreno para sacar el mejor rendimiento posible al remate y loteo de la mansión y el parque, esto en el año 1958, si bien para 1951, cuando muere Sofía, estaba muy modificado. Y ahora, por si el arqueólogo urbano quiere rastrear vestigios de su construcción, que se desengañe: el lugar donde se alzaba, inmediato a la mansión (a la que estaba unido por un puente aéreo), fue vendido y en el sitio se edificó luego el hotel llamado precisamente "El Talar". Al respecto hay una foto de Alides P. Cruz de una casa más antigua, muy modificada, que corresponde a la estancia primera (o Nº 2).
El punto es que del primitivo casco de la estancia, o sea del Talar de los Costa no nos quedó nada.
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